"La violencia de los hinchas es una expresión espontánea que se acaba en
sí misma y que nada tiene que ver con la violencia terrorista y organizada, a
no ser que haya grupos organizados detrás, pero es un juego siniestro que
destruye otras maneras de entender la vida de los aficionados y de otros seres
humanos, que no disponen de la misma libertad que los destructores porque las
reglas del juego no se lo permiten. La justificación inmediata de su actuación
violenta es la necesidad de blandir por todo lo alto y tan contundentemente
como sea posible el nombre del equipo de sus amores. La visibilidad y el
impacto son sus únicos dogmas y ejes de actuación para que el enemigo sepa
quiénes son, con quién se enfrenta y se juega los cuartos. La visibilidad no es
exclusiva de los hinchas sino que es como una peste que avanza por todos los
rincones del mundo y penetra el ámbito del dinero, de la ciencia, del arte y
todo lo que se le pone por delante. Sin visibilidad no hay impacto y sin
impacto no hay existencia. Todo individuo que quiera ser alguien ha de tener
consejero de imagen”. Manuel Mandianes Diario el Mundo 2006"
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